N° 65

Sarco, la máquina para suicidarse


Una empresa presentó en Suiza una cápsula de suicidio asistido, una especie de ataúd moderno, que recibió la aprobación legal para poder ser utilizado.

La cápsula permite a una persona controlar y activar el sistema, y poder tener una muerte sin dolor en la que el paciente se duerme y muere rápidamente por la inhalación de nitrógeno.

Sarco (cuyo nombre evoca la palabra  sarcófago) es una cápsula impresa en 3D, con apariencia de ataúd con paneles transparentes, y se asienta sobre una plataforma elevada que se inclina en ángulo. El paciente, al ingresar en ella, debe digitar un código –que previamente le fue enviado tras una evaluación psiquiátrica– que hará que el dispositivo comience a liberar nitrógeno. Ese gas adormecerá definitivamente a la persona, que podrá ser sepultada en la misma cápsula.

La máquina se puede remolcar a cualquier lugar para la muerte. Puede ser en un entorno idílico al aire libre o en las instalaciones de una organización de suicidio asistido, por ejemplo. Así, si una persona desea morir en la playa o en un bosque, podrá llevar allí su ‘Sarco’.

El suicidio asistido es legal en Suiza y alrededor de 1.300 personas utilizaron los servicios de las organizaciones de eutanasia Dignitas y Exit el año pasado. Ambas empresas emplean medicamentos barbitúricos líquidos ingeribles para inducir un coma profundo en dos a cinco minutos, seguido de la muerte.

La cápsula suicida es la creación del doctor. Philip Nitschke, apodado el "doctor muerte", quien se desempeña como director de la organización  Exit International.


Fuente: Clarín 07/12/2021

N° 64

 Mujeres indígenas expulsan a latigazos a feministas que vandalizaron catedral

Por Walter Sánchez Silva

Fuente: Aci Prensa,  5/11/2021

 


Un grupo de mujeres indígenas expulsaron a feministas a latigazos de la Catedral Basílica Menor de San Lorenzo Mártir, en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), luego que estas últimas vandalizaron el templo cuando el arzobispo local celebraba la Misa dominical.

Sobre el ataque del 31 de octubre, una de las mujeres indígenas dijo que las feministas “vinieron con pintura y pancartas a protestar aquí en la puerta de la Iglesia, echaron pintura” en la Misa de las 7:30, presidida por Mons. Sergio Gualberti.

“Como estábamos en la primera Misa ya nadie reaccionó y nosotros tuvimos que correr y agarrar nuestros chicotes (látigos) para defender la iglesia ante las cosas malas que están sucediendo aquí”, dijo la mujer a un medio local.

La mujer indicó que “esto parece ser pueblo de nadie. Nadie reacciona. La gente está mirando del palco las cosas”.

 Al ser preguntada sobre cómo fue que expulsaron a las feministas, la mujer mostró su chicote y dijo: “Con este y así vamos a hacer con todas las personas que vengan a querer avasallar, a querer hacer cosas malas, a atropellar, porque esa es costumbre de esta gente que son utilizadas”.

 Otra mujer que ayudó a expulsar a las feministas dijo que con los chicotes van a hacer “respetar a nuestra Iglesia. Con esto nuestros padres nos enseñaron cuando éramos chiquitas”.

“Con esto, como hijas vamos a hacernos respetar para que aprendan aquí en Santa Cruz y toda Bolivia”, concluyó.

 

Según el medio local El Deber, el ataque vandálico de las feministas del colectivo “Mujeres Creando” se dio en protesta a la posición que ha tomado la Iglesia Católica en Bolivia respecto al caso de una niña de 11 años, embarazada producto de reiteradas violaciones perpetradas por su abuelastro de 61 años, ya detenido por las autoridades.

El ataque vandálico en contra de la catedral se produce después de que algunas instituciones del Gobierno boliviano y la prensa, incluida la extranjera, denunciaran que la Iglesia en Bolivia ha obligado o intervenido para que la niña rechace abortar, continúe con la gestación y sea trasladada a un albergue.

 

 Varias organizaciones, incluida la Defensoría del Pueblo, presionaron sin éxito que se realice el aborto a la menor; sin embargo, la niña y su madre se opusieron.

La menor tiene 21 semanas de gestación y, tras ser dada de alta del hospital, fue trasladada a un albergue dirigido por la Arquidiócesis de Santa Cruz de la Sierra, por decisión de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia.

 

En declaraciones a ACI Prensa el 31 de octubre, Víctor Hugo Valda, delegado episcopal de Salud de la Arquidiócesis de Santa Cruz de la Sierra, desmintió que la Iglesia Católica haya intervenido en la decisión de la menor, y, por el contrario, aseguró que “desde el inicio ha demostrado cercanía y apoyo concreto”.

“Ahora incluso nos critican por ofrecer, por ayudar materialmente a la niña con hogar, educación, medicina, tratamiento psicológico”, lamentó.