Sarco, la máquina para suicidarse
Una empresa presentó en Suiza una cápsula de suicidio asistido, una especie de ataúd moderno, que recibió la aprobación legal para poder ser utilizado.
La cápsula
permite a una persona controlar y activar el sistema, y poder tener una muerte
sin dolor en la que el paciente se duerme y muere rápidamente por la inhalación
de nitrógeno.
Sarco (cuyo nombre evoca la palabra sarcófago) es una cápsula impresa en 3D, con apariencia de ataúd con paneles transparentes, y se asienta sobre una plataforma elevada que se inclina en ángulo. El paciente, al ingresar en ella, debe digitar un código –que previamente le fue enviado tras una evaluación psiquiátrica– que hará que el dispositivo comience a liberar nitrógeno. Ese gas adormecerá definitivamente a la persona, que podrá ser sepultada en la misma cápsula.
La máquina se puede remolcar a cualquier lugar para la muerte. Puede ser en un entorno idílico al aire libre o en las instalaciones de una organización de suicidio asistido, por ejemplo. Así, si una persona desea morir en la playa o en un bosque, podrá llevar allí su ‘Sarco’.
El suicidio asistido es legal en Suiza y alrededor de 1.300 personas utilizaron los servicios de las organizaciones de eutanasia Dignitas y Exit el año pasado. Ambas empresas emplean medicamentos barbitúricos líquidos ingeribles para inducir un coma profundo en dos a cinco minutos, seguido de la muerte.
La cápsula suicida es la creación del doctor. Philip Nitschke, apodado el "doctor muerte", quien se desempeña como director de la organización Exit International.
Fuente: Clarín 07/12/2021